Illustración ©Dawn Wilson
Pionero en la educación y conservación ambiental de la región del Barú
El bosquejo de una vida pujante
Luis César Vargas Beltrán nació en la ciudad de Panamá el 18 de octubre de 1927. Sus padres Luis Vargas Torres, chiricano de nacimiento y Francisca Benilda Beltrán, nacida en la capital. Fue el cuarto de seis hermanos: Felipe, Lilia, Rubén, Luis César, Porfirio y Clara. La familia era dueña de una finca agrícola ubicada en San Bartolo Arriba, área limítrofe con Costa Rica.
Luego de terminar sus estudios primarios en la escuela capitalina Escuela Pedro J. Sosa en 1940, ingresó en la Escuela Artes y Oficios Melchor Lasso de la Vega recibiendo su diploma de Mecánico en Motores Diesel en el año 1945. A principios de la década de 1940 decidió formar parte de la Federación de Estudiantes de Panamá, reconocida en la historia istmeña como un importante grupo estudiantil de las luchas nacionalistas.
En busca de una oportunidad laboral, se trasladó al distrito de Barú en el año de 1950 para poner en acción sus conocimientos como soldador en la Chiriquí Land Company. Allí dedicó un poco más de 13 años de su vida trabajando como mecánico armador de los carros de línea que transportaban trabajadores desde Puerto Armuelles a las fincas bananeras y viceversa.
Fue durante este tiempo que contrajo nupcias con su esposa Ángela Jiménez, a quien conoció durante unas vacaciones en sus años de secundaria. Su futuro suegro y su familia se habían radicado en los terrenos adyacentes a la finca de los Vargas. De vecinos llegaron a conocerse con el tiempo y en diciembre de 1960, con la anuencia de sus progenitores, forman un hogar. Poco a poco su familia creció y tuvieron siete hijos: Luis Ángel, Luis César, Luis Manuel, Luis Bautista, Bienvenilda, Luis Félix y Luis Esteban.
Pedaleando hacia el futuro
Por aquella época los trabajadores del lugar tenían en su mayoría como medio de transporte bicicletas comúnmente llamadas “máquinas de paseo”. Sacando a relucir su singular espíritu aventurero, Luis César organiza un grupo de jóvenes para hacer competencias y presentaciones ciclísticas culturales. Así se fundó el Club Ciclista Los Audaces de Puerto Armuelles, el 20 de julio de 1955, con Luis César como presidente. Ya organizados, los integrantes del Club estaban listos para un reto de mayor envergadura: emprender una gira ciclística desde la Ciudad de las Arenas hasta la capital. Asi apoyarían los esfuerzos locales de la comunidad que buscaban despertar la atención deI Gobierno Nacional para la construcción de una vía asfaltada que conectara a Puerto Armuelles con la ciudad de David, y asimismo con el resto del país.
Tras muchas horas de planificación estratégica, conversaciones y entrenamientos intensos en las madrugadas, el Club Los Audaces pone en marcha la ejecución de una proeza nunca antes concebida por ningún deportista de la historia panameña. Los planes fueron minuciosamente elaborados, desde los repuestos y partes que necesitarían llevar en caso de problemas mecánicos, hasta lo que comerían durante el trayecto. Igualmente se sometieron a revisiones médicas constantes para asegurar que todos estuvieran en óptima condición física antes y durante la Gira. Nada fue dejado al azar.
La mañana del 1 de febrero de 1956, partió el grupo de siete ciclistas vistiendo llamativas camisetas azules capitaneados por Gilberto “Niño” Valdés, Luis César Vargas Beltrán, Campo “Campitos” Palma, Luis “Boquete” González, Marcelino Cubilla, Juan De Dios Palacios y Víctor Castillo Méndez. La Gira duraría cinco días, a través de casi 600 kilómetros de playa, pantano, ríos, bosques lodosos, cerros, gravilla y asfalto, para hacer llegar la petición personalmente al señor Presidente de la República, Ricardo ManueI Arias Espinoza.
El grupo contó con el apoyo oficial de la Alcaldía y de toda la comunidad baruense, los cuales recaudaron la suma de B/.300.00 en fondos para los gastos. El periplo se convirtió en uno de los acontecimientos nacionales del año, gracias a que los pormenores del viaje se daban a conocer día a día por los medios de comunicación social de la época.
La larga travesía no estuvo libre de percances. Llegando a la Ciudad de David, el grupo tuvo que despedir en el hospital a su primera baja – “Campitos” Palma – y más adelante, el más joven del grupo, Victor Castillo Méndez, sufrió insolación. Para evitar dichos contratiempos por el ardiente sol y las altas temperaturas, el grupo decide aprovechar las horas del ocaso y pedalear de noche. No obstante, el peligro toma otra forma al quedar ellos constantemente cegados por las luces de los autos, y el riesgo de accidentes por los cordones de piedra picada acumulados en las orillas de la carretera.
Al tercer día del recorrido – antes de llegar al poblado de Divisa, el compañero Campo Palma los alcanza en bus… ya recuperado y listo para reunirse con la caravana.
La resistencia física y mental del grupo estuvo a prueba constantemente. A pesar de que la idea inicialmente fue considerada una locura, los ciclistas arribaron triunfantes a las afueras de la Ciudad de Panamá el 6 de febrero a las 8:00 a.m. Luego de cruzar el canal por ferry (único método disponible en ese tiempo), llegaron por fin al barrio de Calidonia. Con escolta oficial, los porteños fueron vitoreados al atravesar las principales calles del centro hasta llegar a la Presidencia de la República. Por desgracia, el grupo no pudo obtener una entrevista con el Presidente ya que el mismo, según se adujo, estaba sufriendo quebrantos de salud.
No obstante, Los Siete Audaces regresan con la promesa de los diputados Juan Antonio Delgado y Bernardino González Ruiz de apoyar el sueño de los baruenses y son recibidos en el Aeropuerto de Puerto Armuelles con aplausos y ovaciones por la heroica hazaña.
Dieciséis largos años más tarde, la carretera asfaltada de Armuelles-Progreso-Interamericana se convierte en una realidad tangible bajo el mandato del General Omar Torrijos Herrera en 1972.
“Don Luis Vargas con sus 94 años y su buen léxico, me contaba sus anécdotas de ese viaje que hizo historia en esta tierra llena de Campeones. Veía en su rostro como iba cambiando y transportándose a cada paisaje, a cada escenario de su historia… yo atento escuchaba para guardar en mis recuerdos y en mi corazón tan agradable momento… me hizo vivir y ser parte de ese hecho histórico que muchos de las nuevas generaciones desconocen”.
– Ismael Palma, atleta y ciclista hijo de Campo Palma, uno de los siete integrantes del Club Ciclista Los Audaces de Puerto Armuelles
Luchas sociales y aportes cívicos
A mediados del mes de noviembre de 1960 se levanta en el Distrito de Barú un movimiento laboral solidario en apoyo a los trabajadores bananeros de Bocas del Toro quienes se habían declarado en huelga contra prácticas de trabajo injustas de la Chiriquí Land Company. Estos exigían el cumplimiento de ciertas aspiraciones laborales tales como mejores sueldos (en aquella época el salario mínimo de los trabajadores en la zona bananera era de B/.2.00 diarios. Los huelguistas deseaban un aumento de B/.0.15 por hora), estructura de puestos, rebajas a la canasta familiar básica, igualdad de derechos, mejor atención hospitalaria y viviendas.
Luis César Vargas Beltrán se integró a la lucha, participando en el primer Comité de Huelga del Sindicato de Trabajadores de Puerto Armuelles. Fue designado para viajar a Changuinola, Bocas del Toro como representante del Comité. Esta delegación de 4 obreros tenía como misión unificar los criterios de unos ocho mil trabajadores baruenses, con los huelguistas de la provincia hermana.
Nace así el movimiento obrero agrícola más importante que ha existido en la República.
A pesar de la represión policial, de las repercusiones laborales, y emocionales que sufrió la comunidad entera como resultado de estas demandas, el movimiento se estableció decisivamente logrando en los siguientes años mejoras en atención médica, escuelas para los hijos, mejores salarios, y condiciones de trabajo, entre otras demandas alcanzadas a través de la lucha sindical.
Es durante esta agitada época social, que el liderazgo servicial de Luis César Vargas Beltrán le lleva a presentar la idea de ampliar el ámbito de influencia del Comité Pro Biblioteca de Puerto Armuelles el cual presidía. Es así como en 1960 se transforman oficialmente en la Sociedad Amigos de la Cultura Porteña con el objetivo de promover aspectos culturales y educativos. Esta estuvo integrada por la bibliotecaria Aura Palacios, José Nemo Herrera, Bolívar Justiniani, Euclides Acosta, Pablo Castillo, Dalila María Montenegro, Efigenio Araúz, Berta Perén, Gladys Ávila, Daniel Atencio, Rodrigo Quintana, Victoriano Ponce, Julio C. Acosta, Fabián Cabrera y Luis César Vargas Beltrán como Presidente.
A principios de 1961 se encontró, luego de una encuesta comunitaria, que no menos de 300 graduados de primaria estaban deseosos de proseguir estudios secundarios, pero no contaban con los medios necesarios para pagar el costo de asistir al Colegio San Antonio que además de ser privado, ya estaba copado de estudiantes. Esta situación afectaba especialmente a los jóvenes de bajos recursos económicos que vivían principalmente en las fincas bananeras y sectores civiles aledaños. En la mayoría de los casos, estos se tenían que conformar con su diploma de estudios primarios y en consecuencia, el desarrollo económico-sociocultural del distrito se vislumbraba lisiado.
En 1961 la Sociedad constituyó en pleno la Junta Cívica Pro Primer Ciclo Secundario de Puerto Armuelles y asumió oficialmente la responsabilidad de iniciar la lucha para sentar las bases del inicio de la educación secundaria pública en el distrito. La Junta decididamente se pone manos a la obra para lograr la meta. De las reuniones, intercambios de ideas y muchas aportaciones de los miembros surgen peticiones formales con el respaldo de más de 500 firmas de residentes ante las autoridades municipales, educativas y gubernamentales.
El maestro Vargas recuerda emocionado que una ocasión durante una de esas campañas, una jovencita de 17 años le dijo: “señor, le doy mi firma porque aunque no tengo hijos, cuando los tengamos queremos que vayan a estudiar a ese colegio que ustedes están programando”.
Este fue un claro ejemplo de la necesidad que una generación limitada de estudios sentía y su compromiso con la visión para las generaciones venideras.
Las gestiones comenzaron a rendir importantes resultados pues finalmente se logró obtener que del Presupuesto Nacional se incluyera una partida para atender los gastos del establecimiento del nuevo colegio. La Junta no se detuvo allí, ya que llevaron a cabo una serie de actividades locales para la consecución de fondos adicionales para adquirir el mobiliario necesario.
Con mucho júbilo y alegría se celebró el establecimiento oficial del Primer Ciclo Secundario de Puerto Armuelles el 1 de Julio de 1962 con la asistencia del Presidente de la República Rodolfo F. Chiari y del Ministro de Educación. El cuerpo estudiantil se inició con una matrícula de 230 jóvenes distribuidos en 6 grupos de Primer año. Tres años después fue creado el Segundo Ciclo y seis años más tarde se efectuó la primera graduación de bachilleres en Ciencias, Letras y Comercio.
Tras este triunfo significativo, los propósitos originales de la Sociedad Amigos de la Cultura Porteña se expandieron a través de Concursos Intercolegiales de Declamación, Dibujo y Pintura para estudiantes de Primer Ciclo, y otras exposiciones artísticas y culturales con sede en la biblioteca y espacios públicos.
Abriendo un nuevo capítulo como educador
Durante un periodo crucial en el que muchas de las zonas rurales del distrito carecían de educadores, Luis César Vargas Beltrán tomó el reto de convertirse en maestro. Inició sus labores educativas en la Escuela San Bartolo Arriba en 1971, a pesar de no tener título de educador. Se mantuvo impartiendo a los niños del área por los siguientes cuatro años. Aunado a esto, en 1973, participó como voluntario en programas de alfabetización de adultos.
Su diploma de Maestro de Enseñanza Primaria lo recibió en marzo de 1977, obtenido gracias a los cursos de verano para maestros no titulados que fueron impartidos por la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena de Santiago de Veraguas. Su nombramiento oficial se dio seis años después en 1982 para trabajar en la Escuela Almendro Asentamiento, del corregimiento Rodolfo Aguilar Delgado. No obstante, logró trasladarse a la Escuela El Palmar en 1985, donde laboró por los siguientes doce años hasta la fecha de su jubilación en 1997.
“Como educador: disciplinado, colaborador, amable, respetuoso y muy responsable en todos los aspectos que se le asignaron. Siempre estuvo dispuesto a ayudar de una u otra forma. Es una excelente persona como padre de familia, amigo, educador, colaborador en actividades de la comunidad. Hablar del maestro Luis Vargas es hablar como de un libro abierto”.
– Profesora Aracellys de Rodríguez, ex-directora de la Escuela El Palmar
Durante ese último año, su pasión por la conservación del medio ambiente fue reconocida junto con sus alumnos en el Concurso ‘Premios Santillana de Experiencias Escolares’, otorgados por la Fundación Santillana para Iberoamérica. Los estudiantes ganaron el segundo lugar con su proyecto ‘Fitoplancton’ en la categoría de Educación Ambiental. El maestro Vargas Beltrán recibió el reconocimiento de las manos de la Primera Dama de la República, Dora Boyd de Pérez Balladares, y del expresidente de Colombia, Belisario Betancur, Presidente de la Fundación, en una ceremonia efectuada en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en la ciudad capital.
El objetivo del certamen, era integrar en el salón de clases, trabajo, programas y actividades dirigidas a desarrollar en los alumnos actitudes, conciencia y valores relacionados con la conservación del medio ambiente.
Integrantes del Grupo AFFABA: Luis César Vargas Beltrán, Luis Miranda, Lorenzo Quiel, Julio Pereira, Onésimo Aguirre y Carlos Saldaña
Foto de la colección privada ©Luis César Vargas Beltrán. Usada con permiso.
Al rescate de la ecología
El residir por tantos años en el área montañosa de San Bartolo Arriba, le permitió que constatar de primera mano el deterioro de la flora, fauna y otros recursos naturales en esa región. Siendo un hombre de naturaleza proactiva, inició la coordinación de esfuerzos con las diferentes asociaciones de las que había formado parte, para crear la Sociedad Amigos de la Flora, Fauna y Ambiente de Barú (AFFABA) en 1989. Sus miembros originales fueron: Onésimo Aguirre, Abdiel Chávez, Augusto Guerra, Luis Miranda, Anel Salazar, Carlos Saldaña, y Luis César Vargas Beltrán, quien fue elegido presidente del grupo. El primer seminario ofrecido se enfocó en el Manejo de Plaguicidas. Este tema era altamente relevante para la comunidad dada la actividad bananera del distrito y los consecuentes efectos en la salud pública.
Como primer paso se creó un plan de trabajo a corto, mediano y largo plazo. Acordaron que era urgente verificar directamente las condiciones reales de los recursos naturales de la zona distrital. Así fue como nace la idea de documentar con vista aérea bosques, ríos y poblados rurales, desde las cabeceras del río San Bartolo hasta Bella Vista, en Punta Burica; abarcando todo lo largo de la zona limítrofe con Costa Rica. Para ello contactaron a las autoridades militares provinciales, quienes ofrecieron el uso de un helicóptero y a ello se sumó un camarógrafo profesional del grupo ambientalista APE para efectuar la filmación. Sentados en el helicóptero iban Luis César Vargas Beltrán, Luis Miranda, y los profesores Demetrio Miranda y Eunice de Morris como representantes de la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI).
Desde ese plano cenital, pudieron apreciar el triste contraste de una vegetación de pastizales y rastrojos de coloración amarillo pálido en el sector panameño, con el exhuberante verdor de las selvas del territorio tico.
La exploración aérea fue documentada con emoción por el maestro Vargas Beltrán en su libro Pasado, Presente y Futuro Medioambiental de Barú: “En esa cordillera sinuosa, que ascendiendo lentamente desde Punta Burica hasta alcanzar su mayor altura de 690 metros en San Bartolo Límite, se destacaba majestuosamente, rodeado de una densa y húmeda nubosidad, el ‘Bosque del Chorogo’, único remanente del bosque húmedo tropical que había escapado hasta ahora, de la tala indiscriminada en Barú”.
De este increíble descubrimiento nace la misión de fomentar la recuperación de bosques, y obtener la protección oficial del Bosque del Chorogo y su ecosistema, el cual protege las cuencas altas de dos importantes ríos para el distrito de Barú: San Bartolo y Palo Blanco. Ambos ríos abastecen de agua a la población de Puerto Armuelles y a la agroindustria de sus alrededores. Aún más, estudios ecológicos posteriores revelaron que este bosque primario también sirve como refugio de tres especies de aves – la Cotinga Piquiamarilla, la Cotinga Turquesa y el Campanero Tricarunculado – en peligro de extinción a nivel mundial.
Este documental fue exitoso en apoyar la propuesta de establecer una reserva forestal.
Con su vocación de educador, Luis César Vargas Beltrán se puso en acción organizando con el grupo AFFABA programas de reforestación y educación ambiental sobre el cuidado y protección de los recursos naturales renovables.
El Grupo tuvo un año muy activo en la provincia. En 1990, Luis César Vargas Beltrán representó a AFFABA en un encuentro de grupos conservacionistas chiricanos en la ciudad de David. De esta importante convocatoria, surgió la Asociación UPACNA (Unión para el Apoyo de la Conservación Nacional del Ambiente), integrada por catorce grupos ambientalistas chiricanos. Posteriormente se logró el anexo con otros grupos nacionales reconocidos como PROMAR, ANCÓN (Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza) y Sociedad Audubon de Panamá.
Con el apoyo de estas organizaciones se llevaron a cabo campañas de reforestación en las márgenes de ríos y playas incluyendo conferencias ambientales a todos los productores campesinos de San Bartolo Límite.
Otra de sus mayores satisfacciones, fue contar con la presencia del antropólogo Stanley Heckadon Moreno del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) para dictar en el Salón Parroquial de Puerto Armuelles una conferencia sobre el tema Riqueza Ecológica de Panamá, un Potencial para el Turismo. Conferencias de esta magnitud científica muy pocas veces se habían brindado al público baruense.
Por sus raíces baruenses, el Dr. Heckadon mantuvo contacto permanente con el grupo AFFABA y mostró profundo interés en la legalización del Bosque del Chorogo como refugio de vida silvestre siguiendo de cerca los avances para hacer realidad este propósito.
Años más tarde, la visión de establecer esta área de protección ecológica se hace realidad gracias a la Sociedad Audubon de Panamá quien se responsabiliza de adquirir los terrenos para establecer en el 2003 dos reservas naturales privadas: la Reserva Audubon-El Chorogo (de 178 hectáreas) y la Reserva de San Bartolo (de 105 hectáreas). Con ambas reservas naturales se protege algo más de 20% del total del Bosque del Chorogo.
El trabajo de concientización prosiguió. Cada sábado durante nueve años, Luis César Vargas Beltrán, Onésimo Aguirre y Carlos Saldaña, a través del programa llamado Proyecciones de AFFABA, exponía a los radioyentes de la emisora local Radio Mi Preferida, interesantes temas educativos sobre los recursos acuáticos, forestales y la fauna silvestre de la región. Durante este tiempo contó con el apoyo del profesor José Antonio Mora, empresario y dueño del medio, para tocar tópicos de gran interés sobre la cooperación de los habitantes con estas causas y promover la participación de la comunidad en limpiezas semanales de playas y ríos. Estas campañas se dieron con el respaldo entusiasta de estudiantes de las escuelas, colegios, residentes, organizaciones y autoridades locales.
AFFABA alcanzó tal reconocimiento a nivel nacional e internacional que fue involucrado en los diferentes proyectos de conservación ambiental de la región. Sirvieron tanto de anfitriones como de asesores técnicos para un sinnúmero de funcionarios gubernamentales, conservacionistas y grupos internacionales expertos en el ámbito.
La participación de su Presidente, Luis César Vargas Beltrán en los círculos conservacionistas fue notoria y respetada recibiendo incluso invitaciones para eventos organizados por el Smithsonian. Todos los integrantes del grupo fueron personas que sacrificaron con mucho amor, tiempo y esfuerzo a la causa conservacionista. A pesar de que pudieron unificarse en esta importante meta común y de cultivar una gran camaradería entre ellos, la Sociedad solo se mantuvo activa hasta el año 1999.
El ambientalista reflexiona sobre lo que significó haber impulsado AFFABA en el Distrito: “Creo que este grupo plantó una semilla crítica para la protección del ambiente. Los esfuerzos rescatistas medioambientales son arduos, peligrosos y a veces desalentadores. No hay duda que la relación directa con los medios de comunicación, instituciones y todos los estratos sociales, son elementos vitales y decisivos para obtener resultados exitosos. Este esfuerzo ha debido continuar en nuestro distrito”.
“Un hombre de mucha sabiduria y altruismo. Siempre buscando lo mejor para su familia y comunidad. De un gran corazón en ayuda al prójimo y por ende preocupado por el medio ambiente y la lucha constante por el bienestar de todos”.
— Onésimo Aguirre, Miembro fundador del grupo AFFABA y colega educador Escuela El Palmar
Un creativo innato
Las invenciones son el producto de la observación de las dificultades que enfrenta cualquier persona para realizar con más facilidad, menos peligro y más rapidez cualquier labor del hacer humano. No obstante, comenta Luis, “los procesos de invención son largos y hay que ir corrigiendo sobre la marcha”.
“En la década de 1960 observé”, nos cuenta Luis César, “que mi padre y otras personas usaban una horqueta de madera o la rama de un árbol para tensar el alambre al momento de construir las cercas de alambres de púas”. El peligro de esta práctica común despertó inmediatamente en él una idea que pudo ejecutar gracias a lo aprendido en el Instituto de Artes y Oficios. Utilizando el sistema de autopresionamiento en las quijadas de un aparato mecánico, logró crear una herramienta a la que denominó Herramienta Tensadora, Cortadora y Extractora para Cercas de Alambres de Púas. Su operación se logra mediante una palanca manual con una capacidad de fuerza y las quijadas de antideslizamiento que tensan el alambre correctamente.
Como ávido lector de la revista Mecánica Popular (Popular Mechanics en inglés), reconocida por sus artículos sobre tecnología, descubrió en sus páginas un anuncio sobre cómo patentar invenciones en los Estados Unidos. Patentar su invento en un mayor mercado era muy importante para él, pero se enfrentó con el gran obstáculo de comunicarse en inglés con los abogados para realizar este complicado trámite. Decidió lanzarse al reto de todas formas y así solicitó la ayuda de su amigo Fernando Moreno, quien le ayudó con la traducción necesaria de los términos técnicos y documentos legales.
La patente de su Herramienta Tensadora, Cortadora y Extractora para Cercas de Alambres de Púas (Wire Tensioner, Cutter, and Staple Extractor for Cattle Fences en inglés) fue otorgada dos años después por la Oficina de Patentes de la Ciudad de Washington, Estados Unidos de Norteamérica en noviembre de 1971.
Otra de sus invenciones, la Herramienta Excavadora y Extractora de Plantones nació de observar la necesidad de extraer plantas de mediano tamaño con su respectiva tierra virgen adherida a sus raíces. En realidad, esta herramienta es la adaptación de un mecanismo a una pala coa ya existente. Este nuevo mecanismo atrapa plantones con la tierra adherida a sus raíces quedando lista para embolsar y esperar luego el debido trasplante. Esta patente fue obtenida en la Dirección General de Registro de la Propiedad Industrial de Panamá en el año 1993, y su más reciente invención, un Aparato Extractor de Ojitos de Piña se encuentra en proceso de tramitación en la misma oficina.
Aunque sus prácticos inventos no han sido comercializados, Luis César Vargas Beltrán todavía mantiene la intención de seguir creando en ese campo.
Invenciones y publicaciones
1965: Folleto, Historia del Primer Ciclo Secundario de Puerto Armuelles
1971: Patente de Invención No. 3620263, Herramienta Tensadora, Cortadora y Extractora para Cercas de Alambres de Púas, Oficina de Patenes, Ciudad de Washington, Estados Unidos de Norteamérica
1990: Mención en artículo publicado por el periodista Jorge Olmos, en La Estrella de Panamá de 30 de agosto, de solicitud remitida por Luis César Vargas Beltrán al gobierno nacional para que se corrigieran errores en el Escudo de Armas de la República de Panamá
1993: Patente de Invención No. 061551, Herramienta Excavadora y Extractora de Plantones, Dirección General de Registro de la Propiedad Industrial de Panamá
2010: Libro, Pasado, Presente y Futuro Medioambiental de Barú, un Distrito de la República de Panamá
2021: Poema, Héroes y Mártires por la Vida, el Amor y la Paz – Sitio web Poetalia.com, España
2022: Poema, Sombras, Luciérnagas y Amor – Sitio web Poetalia.com, España
Logros y reconocimientos
Segundo lugar – Concurso Pictórico para elegir el Escudo Municipal de Barú (1957)
Tesorero – Círculo Social Lafayette (1957)
Miembro – Comité Probiblioteca de Puerto Armuelles (1958)
Presidente – Club Deportivo de Caza y Pesca Los Conquistadores (1958)
Miembro de la primera Directiva Sindical y Representante del Taller Mecánico de Carros Motores, C.L.C. (1960)
Orador oficial del 28 de noviembre – Junta de Festejos Patrios de Barú (1960)
Presidente – Sociedad Amigos de la Cultura Porteña (1961)
Jurado – Concurso Intercolegial de Declamación para Primer Ciclo, Comité Probiblioteca (1962)
Diploma de Honor, Jurado Calificador durante La Semana del Libro – Biblioteca Pública del Barú (1970)
Miembro – Comisión Municipal de Barú para la Protección de la Fauna Silvestre (1974)
Presidente – Asociación de Maestros de los Cursos de Capacitación y Perfeccionamiento para maestros no titulados (1974)
Presidente, Confederación de Comunidades Fronterizas de Barú – Ministerio de Educación (1974-1975)
Orador designado del 4 de noviembre – Junta de Festejos Patrios de Paso Canoas (1984)
Certificado de honor – Orden Manuel José Hurtado, Ministerio de Educación (1984)
Coordinador y Registrador Electoral – Elecciones de Representantes de Corregimientos (1978) y Legisladores (1980)
Diploma de Honor al Mérito – La Dirección Provincial de Educación de Chiriquí (1987)
Colaborador Sección de Soldadura y Herrería Artística, Escuela Vocacional Semicalificada – Sociedad Amigos de la Cultura Porteña (1987)
Miembro coordinador del Librotón de Puerto Armuelles – Comisión de Acopio de Libros y Útiles Escolares (1989)
Certificado de participación en seminario taller sobre “Alimentación, Nutrición y Supervivencia Infantil – Comisión Nacional de Educación Alimentaria Nutricional y Supervivencia Infantil (1989)
Inspector Auxiliar de la Zona Censal No 78 – Censos de Población y Vivienda (1990)
Instructor, programa de soldadura semicalificada – Cooperativa de Ahorro y Crédito San Antonio (1990)
Representante AFFABA, Comisión de Ornato – La Junta del Cincuentenario del Distrito de Barú (1991)
Miembro activo – La Junta del Cincuentenario del Distrito de Barú (1991)
Diploma de Honor al Mérito, Pionero del Ciclismo – La Junta del Cincuentenario del Distrito de Barú (1991)
Supervisor Electoral – Referéndum del 15 de Noviembre (1992)
Medalla Distrito de Barú – Municipio de Barú (1993)
Certificado de Honor al Mérito – Comité Ambiental del Primer Ciclo de Puerto Armuelles (1995)
Certificado de Reconocimiento por su Labor Radial Ecológica – Unión de Trabajadores de la Radio de Chiriquí, Capítulo de Barú (1996)
Certificado de Reconocimiento – Banco del Istmo, S.A. (1996)
Segundo lugar, Primer Concurso Nacional de Santillana Experiencias Escolares en Educación Ambiental – Fundación Santillana para Iberoamérica (1997)
Certificado de Honor al Mérito – Universidad Autónoma de Chiriquí por su destacada contribución en beneficio de la Educación Panameña (1999)
Inspector de Mesas de Votación – Tribunal Electoral (1999)
Miembro, Comité Agrícola – V° Encuentro Agropecuario, Feria Internacional de San José de David, Chiriquí (1999)
Diploma de Honor al Mérito – Universidad Autónoma de Chiriquí (2002)
Abanderado del Día de La Bandera – Junta de Festejos Patrios (2004)
Reconocimiento, Curso de Ética – Universidad Latina de Panamá, por ejecutorias en el área educativa, social y profesional (2009)
Reconocimiento por su destacado aporte en el desarrollo integral de nuestro pueblo – Alcadía de Barú, Bicentenario de la Independencia de Panamá de España (28 de noviembre 2021)
“Lo que nosotros hacemos y ganamos en la vida, no es un logro individual. Siempre existe el aporte de otros”.
— Luis César Vargas Beltrán
Actualmente radica en Bugaba junto a su esposa Angela y su hija Bienvenilda Vargas, donde ha retomado su pasión por la poesía y sigue ocupado en nuevas invenciones.
Agradecimientoz
Agradecimiento especial a Luis Ángel Vargas Jiménez, Angela Jiménez de Vargas, Bienvenilda Vargas, Roussi Núñez Vargas, Jonathan Sánchez Vargas y Yisela Rodríguez de Vargas por la invaluable gestión y meticulosa recaudación de documentos, anécdotas, fotografías y entrevistas.
Fuentes
Entrevista con Luis César Vargas Beltrán, Abril 2022
“Historia Humana y Económica de Puerto Armuelles”, por Miguel Miralles González
“Los Conflictos Bananeros”, http://bdigital.binal.ac.pa/bdp/Los%20conflictos%20Bananeros2.pdf
“Pasado, presente y futuro medioambiental de Barú, un distrito de la República de Panamá”, por Luis César Vargas Beltrán
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