Illustración ©Dawn Wilson
Protectora de huérfanos y defensora de los derechos del niño
Idian Reiss Flores, mejor conocida como Sor Lourdes, nació en Puerto Armuelles, en la provincia de Chiriquí, el 14 de Febrero de 1941, de madre panameña y padre checoslovaco. A pesar de la pobreza familiar que enfrentaron, su madre se propuso inculcar buenos valores de vida en sus hijos y a ser trabajadores.
Su infancia la disfrutó a plenitud viviendo frente al mar, bañándose en la playa y yendo a paseos al río. Jugar deportes le apasionaba, desde el voleibol hasta el baloncesto. Siempre estuvo presta a organizar un juego de bola suave entre amigos aunque a veces no contaran con manillas para jugar. La música también fue parte importante de su vida, disfrutando tanto de la clásica como de la típica panameña. Llegó a bailar en el conjunto típico de su escuela, cuya música alegre disfrutó a lo largo de su vida.
El liderazgo en Sor Lourdes parecía innato, aun en medio de travesuras inocentes. En una entrevista concedida al Panamá América, Sor Lourdes, cuenta una cómica anécdota de sus días en la escuela primaria: En una ocasión, la maestra la dejó como jefe del salón mientras asistía a una reunión. Aprovechando la ausencia de la maestra, el grupo – que le tenía aversión y asco a la toma de Aceite de Hígado Bacalao forzada que esta les daba – dijo: “Idian, ¿qué vamos a hacer con el aceite de bacalao?”, a lo cuál ella les respondió “espérense, pero ¡cuidadito van a decir que fui yo!”. Como pudo se encaramó para alcanzarlo en el botiquín, pero se resbaló y no solo se trajo el repugnante frasco abajo, sino también todo el botiquín. Al regresar la maestra y ver tremendo desastre, ningún alumno reveló el secreto de lo ocurrido pero quedaron encantados del ‘terrible accidente’ provocado por la audacia de Idian.
Desde pequeña sintió el deseo de consagrarse a Dios. Durante su preparación para recibir la Primera Comunión, compartió con grupos laicos de la iglesia dedicados a atender a los pobres y enfermos. Esto aunado a su interés en la vida de San Vicente de Paúl – el patrón de las sociedades de la caridad – despertó en su corazón el deseo de ayudar al prójimo y su amor por los niños.
Realizó sus estudios secundarios en el Colegio San Antonio y se graduó en la promoción de 1961.
Hija de la Caridad
Aunque Idian tuvo algún pretendiente en su juventud, su amor por Dios y su llamado, triunfaron por lo que ingresó a la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en 1962.
Su decisión de convertirse en una Hija de la Caridad significó, aparte de su compromiso a una vida en castidad, pobreza y servicio, desarrollar un espíritu solidario con los seres que sufren. Precisamente esta solidaridad se manifestaría a través de su extenso y constante trabajo en las décadas que vendrían.
“Dios le tiene a cada persona una misión en esta vida. A unos nos llama para la vida consagrada; a otros, para prestar un servicio diferente. Todos servimos al prójimo de forma distinta, como los médicos, enfermeras, comunicadores sociales y maestros. A cada uno Dios le tiene destinada una gracia especial para poder servir a los demás.”
– Sor Lourdes Reiss, Cien Mujeres por la Vida y la Dignidad Nacional
Una vida consagrada
En Guatemala, donde inició su servicio a la niñez en 1963, atendió a una población de más de quinientos niños que carecían de lo más mínimo. Implementó allí varios programas educativos y un comedor escolar, siempre con la idea de enaltecer la dignidad e identidad de los pobres marginados.
En el año 1964 fue trasladada a San Salvador, República de El Salvador, en donde trabajó en la Escuela de Niñas Santa Catalina hasta el año 1969. Siendo esta la única alternativa de estudios primarios para la población más pobre de la capital del país. Sor Lourdes logra extender la educación hasta el nivel de bachillerato como directora en 1967. Todavía hoy muchas de sus estudiantes le recuerdan y agradecen por su dedicación.
Entre 1969 y 1973, fue asignada a la Casa Cuna de El Salvador, centro que albergaba 350 niños menores de cinco años procedentes de lugares de extrema pobreza, donde las madres eran desempleadas, viudas o víctimas de la guerra civil. Sor Lourdes impulsó esta obra con un espíritu de ternura y compasión. A pesar de las muchas carencias siempre buscaba la manera de que los infantes fueran atendidos en todas sus necesidades de salud, alimentación, recreación y desarrollo cultural. Incluso en ocasiones, se endeudaba con tal de suplirle a los niños. Pero iba más allá: capacitaba a las madres de estos infantes en cursos vocacionales y de pequeña empresa para reorientar sus ventas de tortillas, periódicos y buhonería.
Al retornar a Panamá en 1973, emprende la labor más noble de su vida dentro del orfelinato Hogar San José de Malambo, atendiendo a niñas huérfanas – abandonadas, maltratadas física y psicológicamente – por un periodo de siete años.
“Cada ser es una persona que merece el más grande respeto. También necesita ser ayudada con urgencia. Si lo dejamos, en nuestra conciencia pesará una enorme responsabilidad”.
– Sor Lourdes Reiss, Cien Mujeres por la Vida y la Dignidad Nacional
Sor Lourdes nunca ha pensado en abandonar su consagración al servicio como monja de las Hermanas de la Caridad. Su compromiso profundo con la obra y la fortaleza que ha sentido de Dios, le ha llevado a renovar sus votos año tras año a pesar de enfrentar situaciones negativas.
Madre del Hogar San José de Malambo
Trasladada al Hogar Monerri en 1980, en el barrio El Chorrillo, su enfoque da un giro hacia la atención de las jóvenes campesinas del interior que por falta de recursos no podían lograr sus ilusiones profesionales. Allí capacita vocacionalmente a centenares en el Proyecto Margarita Nassau.
Después de ocho años de trabajo en el Hogar Monerri, Sor Lourdes regresa al orfelinato Hogar San José de Malambo tomando las riendas de su dirección.
El Hogar fue fundado por el filántropo Don Manuel Jaén el 15 de mayo de 1890, quien soñó con un hogar destinado para educar y socorrer a niñas huérfanas. A partir de 1906 entrega la dirección y administración a la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Con el espíritu dinámico que la caracteriza, promueve la idea de reubicar el Hogar a un área verde de Panamá ya que el local en el que estaban resultaba pequeño. Da a conocer el proyecto públicamente, y es escuchada por un caballero panameño de noble corazón, quien compra y dona un terreno de diez hectáreas en el área de Arraiján, Panamá Oeste.
Anualmente atiende a una población de 150 a 200 niños y niñas desamparados que viven permanentemente en el Hogar. En adición, asisten al comedor comunitario o a la Escuela de Malambo una población ambulatoria de aproximadamente 400 niños de comunidades vecinas en condiciones de pobreza.
“Mi mamá murió, mi papá también, entonces yo me crié en este hogar desde los cuatro años. Sor Lourdes siempre me quiso. Es una Hermana que dedicó su vida a mí y a todos los niños del hogar…gracias a ella he tenido una vida feliz, una vida de cariño, de amor. A mí no me ha faltado nada en este Hogar gracias a Dios. No me ha faltado ni amor, ni cariño, ni estudios, ni ropa, ni zapatos.”
— Hija de Malambo, entrevista TVN-2, 2015
Algunos de los residentes apenas tienen unos meses de vida mientras que otros alcanzan hasta los 18 años de edad o más. Los niños llegan en situaciones de riesgo social, en algunos casos con maltrato, abuso sexual, desnutrición, VIH, pobreza, discapacidades y, en la mayoría de los casos, abandonados por sus progenitores, la sociedad y el Estado.
Sor Lourdes comentó, en una entrevista a los medios, “Mi trabajo aquí en el Hogar Malambo, demanda mucha responsabilidad. Tengo que tener mi cerebro bien fresco y tranquilo cada vez que me levanto para poder pensar, decidir o ver cómo resolver las diferentes situaciones.” Continua, “me tocó cargar con la cruz del Hogar San José de Malambo, velar porque no falte nada, mejorar la calidad de servicio y crear proyectos que ayuden a satisfacer las necesidades. Ha sido una misión difícil, pero no imposible.” Para lograrla, Sor Lourdes con fe inquebrantable, vence día a día limitaciones presupuestarias solicitando donaciones de personas y organizaciones privadas y públicas, manteniendo así abiertas las puertas a todo niño que necesite entrar al Hogar. Con esto en mente promueve en 1992 la fundación de la Asociación de Amigas de Malambo quienes realizan tareas abocadas al mantenimiento y funcionamiento de la institución creando conciencia sobre las necesidades del Hogar.
“La ‘Divina Providencia’ es su mayor y mejor cómplice y cada vez que empuña una de esas causas que parecen perdidas o proyectos inalcanzables, sale airosa pues, ¿quién se resiste a sus argumentos y peticiones siempre bien fundados y muy bien sustentados?”
— Alida Fábrega, Ex-Presidenta, Asociación Amigas de Malambo
Una de las experiencias más difíciles durante sus años de servicio ha sido tener que comunicarle a los niños que su padre o su madre ha fallecido. Para dar esta desgarrante noticia, Sor Lourdes se encomienda a Dios para recibir sabiduría y fortaleza tanto para ella como para los niños.
Sor Lourdes tiene la capacidad de dar amor sin medida, llamar la atención sin ofender y transmitir serenidad y paz a donde va pues a pesar de su férreo carácter, éste lo matiza con una dulzura única. Estas características la han hecho merecedora a que los pequeños de Malambo la llamen ‘Mamá Sor Lourdes’. “Aunque yo no los he parido, los he concebido en mi corazón y eso para mí vale mucho más. Que una criatura tan inocente me vea como una madre, aún sin serlo, me hace sentir feliz”, comenta esta noble mujer en una entrevista.
Durante las décadas, Sor Lourdes ha visto desfilar a miles de niños y jóvenes, considerando a cada uno como un ser humano único y no meramente una estadística. Muchos son hoy profesionales, entre ellos periodistas, abogados, médicos… hombres y mujeres de bien para la sociedad.
Abogada de los niños
La experiencia de la incansable Sor Lourdes es invaluable en los temas de niñez y adolescencia.
Sor Lourdes aportó y evaluó la creación de la Sección Niñez del Código de la Familia aprobado el 17 de mayo de 1994 por la Asamblea Legislativa de Panamá. Más tarde, en el año 2000, Sor Lourdes concibe la creación de la Red Nacional de Apoyo a la Niñez y Adolescencia (REDNANIAP) de la cuál llegó a ser Presidenta. Esta es una coalición que agrupa a 45 organizaciones defensoras de los Derechos de los Niños y Adolescentes. Su proyecto “Centroamérica en Red por los Derechos de la Niñez”, es financiado por la Unión Europea. Tambien participó en la constitución del Consejo Nacional para la Prevención de Delitos Sexuales, y tiene un programa para niños víctimas de abuso sexual.
“Las acciones de los políticos las mira Dios y las juzga el pueblo”
— Sor Lourdes Reiss, Diario La Estrella de Panamá (2018)
“Esta dama chiricana no es tímida y siempre expresa su sentir, levantando su voz sobre todo defendiendo a la niñez panameña”, tal como lo atesta Alida Fábrega, colaboradora y Amiga de Malambo.
La visión de Sor Lourdes es que las autoridades gubernamentales tomen en sus manos las leyes de protección integral al individuo, para ser revisadas y analizadas a profundidad, pues también ellos tienen la responsabilidad de brindarles a los niños de Panamá una vida plena y feliz que construya una mejor sociedad.
El 8 de mayo de 2023, a sus 82 años de vida, la incansable servidora de los niños partió al cielo para encontrarse con su amado Jesús. Su ejemplo seguirá inspirando a las miles de personas que fueron tocadas por su gran labor de vida.
Reconocimientos y homenajes
Cien mujeres: por la vida y la dignidad nacional – Obra homenaje, Facultad de Humanidades, Universidad de Panamá, Binal (2005)
Héroes por Panamá – Reconocimiento, TVN Panamá (2011)
Mujer Avon 2011 – Reconocimiento por su labor social-humanitaria, Avon Panamá (2011)
Mejor Líder Comunitario – Premio Live United, United Way Panamá (2015)
Certificado de Reconocimiento en beneficio de la sociedad, especialmente por los niños y niñas en vulneración de sus derechos – La Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Legislativa (2016)
ONG En Positivo 2019 Hogar San José de Malambo – Premios Panamá en Positivo (2019)
Fuentes
‘Cien mujeres: por la vida y la dignidad nacional’ ( p135-136) – 2005 por Gólcher, Ileana; Vásquez, Margarita; Camargo, Juana, Facultad de Humanidades, Universidad de Panamá, Binal
‘Las acciones de los políticos las mira Dios y las juzga el pueblo' – Septiembre 2018, por Keila E. Rojas L, La Estrella de Panamá
‘Yo no necesité parir para tener a mis hijos’ – Diciembre de 2014, por Johanara Delgado, El Siglo
Nota importante
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